PLAN DE LOCALIZACIÓN DE ODS
Antes de comenzar a hablar de la relevancia de la Agenda 2030 para la Administración pública, considero conveniente traer a colación las siguientes líneas extraídas del I PLAN DE FORMACIÓN DEL INAP EN OBJETIVOS PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE (ODS) Y AGENDA 2030:
«Resulta fundamental que todas las empleadas y empleados públicos conozcan las modalidades de actuación que desarrollan tanto la Administración Pública en la que trabajan como el resto de las organizaciones públicas. Ello permitirá que el personal del sector público contribuya a que las Administraciones se alineen en el máximo grado posible con la Agenda, así como reforzar las potencialidades positivas de esta para la acción administrativa.»
Continuando el mismo plan de formación encontramos lo siguiente:
Para dar cumplimiento a los compromisos recogidos en la Estrategia de Desarrollo Sostenible y más concretamente del Reto país 6: revertir la crisis de los servicios públicos, se propone esta actividad formativa práctica en la
que se abordarán los contenidos, retos y oportunidades que abre la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en el marco de las políticas públicas de ámbito local.
Lo cual refleja el elevado grado de interés que dedican las instituciones públicas en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en este caso con un proyecto de formación para sus empleados públicos, siendo este mismo curso realizado el mejor ejemplo del mismo.
Ciertamente considero las medidas de formación como unas de las más eficaces, pues de este modo la administración puede llegar a un elevado número de personas de un modo considerablemente útil, pues el modo de acceso del empleado con los ODS y la Agenda 2030 es voluntario y no impuesto, lo cual podría generar una predisposición al rechazo por parte del trabajador.
Continuando con las ventajas de la formación de los empleados me gustaría remarcar la figura del "Estudiante Apóstol", es decir aquél que comunicará aquellos puntos que considere más interesantes a sus compañeros (aun cuando éstos no estén apuntados a cursos de dicha índole). De este modo, la información llega a una cantidad de personas mucho mayor que el simple número de matriculados que el curso pueda tener. Esta misma «evangelización de los conocimientos» provocará el despertar en el interés de algún compañero/ familiar, generándose así una cadena de conocimiento que derivará en un aumento del conocimiento colectivo sobre este tema.
Este conocimiento no es más que positivo para nuestra sociedad pues la Agenda 2030 aspira a objetivos rotundamente necesarios, los cuales, quizás puedan parecernos básicos en la sociedad actual de un país de occidente promedio, no obstante, para algunos países, menos afortunados, muchos de estos objetivos siguen siendo utopía, es por ello que precisamos de la concienciación social para el impulso que consiga alcanzar estas metas.

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